7 pasos básicos para conducir la empresa hacia un enfoque inclusivo
La inclusión en el ámbito laboral es un tema que ha ganado relevancia en los últimos años. Descubre los 7 pasos básicos y los principios esenciales para guiar con un enfoque inclusivo, promoviendo la igualdad y el respeto en el ambiente laboral.
¿Qué es la inclusión de la discapacidad en las empresas?
Antes de sumergirnos en los pasos, es crucial comprender qué significa realmente la inclusión laboral. No se trata simplemente de contratar a personas con discapacidad o de cumplir la ley de inclusión laboral.
La inclusión es un enfoque que fomenta una cultura organizacional, de forma transversal dentro de la empresa, valoriza y aprovecha la diversidad de talentos y habilidades de cada individuo.
¿Por qué adoptar un enfoque empresarial inclusivo con la discapacidad?
La inclusión de la discapacidad en las empresas no solo es un imperativo ético y legal, sino que también ofrece ventajas competitivas tangibles. Es decir, fomentar una cultura inclusiva puede ser una herramienta poderosa para impulsar el éxito empresarial.
Veamos algunas razones clave para adoptar un enfoque inclusivo:
- Beneficios estratégicos: La inclusión mejora la reputación y posicionamiento de la empresa, mostrándola como una organización socialmente responsable. Una empresa que promueve la inclusión es vista favorablemente por el público.
- Ventajas económicas: La apertura hacia la diversidad puede llevar a la empresa a acceder a nuevos mercados y consumidores. En efecto, cerca de un 20% de la población mundial y nacional tienen discapacidad. Adicionalmente, la discapacidad de estas personas también impacta e influencia el comportamiento de familia y amigos: este círculo íntimo también querrá apoyar a empresas que demuestran compromiso con la inclusión de sus seres queridos.
- Impacto social: Contribuye al bienestar social, promoviendo la equidad de oportunidades y reduciendo la discriminación con acciones concretas. Al adoptar prácticas inclusivas, las empresas pueden desempeñar un papel activo en la construcción de una sociedad más justa.
- Compromiso ético: La inclusión refleja un cumplimiento de normativas y una actitud ética en el negocio, alineándose con los valores de justicia y equidad. Un enfoque inclusivo refuerza la integridad y los valores fundamentales de una empresa.
- Mejora profesional: Enriquece el equipo y la cultura empresarial, aprovechando la diversidad de talentos y habilidades, y promoviendo un ambiente de trabajo más creativo y colaborativo.
7 pasos para dirigir la empresa hacia la inclusión de la discapacidad
Para lograr una verdadera inclusión, es esencial tener un plan estructurado. Aquí te presentamos una metodología en 7 pasos propuesta por la organización sin fines de lucro Trust for the Americas:
PASO 1: Diagnóstico en todas las dimensiones de la empresa
Antes de implementar cambios, es vital entender el punto de partida. El primer paso es realizar un diagnóstico exhaustivo de la situación actual de tu empresa en términos de inclusión.
Para ello, se debe hacer una evaluación completa de las prácticas actuales, cultura, y barreras dentro de la empresa. La finalidad es identificar dónde se encuentra la organización en términos de inclusión.
PASO 2: Formulación de una política empresarial inclusiva de la discapacidad
La inclusión debe ser parte de la misión y visión de la empresa. Para reflejar este compromiso, se han de desarrollar políticas claras y específicas que promuevan la inclusión. Esto demuestra el compromiso formal con la inclusión en todos los niveles de la empresa.
PASO 3: Incorporación de principios orientadores
Para lograr una inclusión efectiva y genuina en el ámbito empresarial, es esencial no solo adoptar políticas y prácticas inclusivas, sino también internalizar y vivir según ciertos principios fundamentales. Estos principios, que se centran en temas de discapacidad, actúan como las piedras angulares de cualquier esfuerzo inclusivo:
- Responsabilidad social: Más allá de ser una mera etiqueta, este principio implica un compromiso profundo con la competitividad y el desarrollo sostenible. Las empresas deben reconocer su papel en la creación de una sociedad más justa y equitativa, y actuar en consecuencia.
- Alianza público-privada: La inclusión no es tarea de una sola entidad. Requiere la colaboración y el esfuerzo conjunto de los sectores público y privado. Al trabajar juntos, estos sectores pueden lograr un impacto mucho mayor que actuando por separado.
- No discriminación: En el corazón de cualquier esfuerzo inclusivo se encuentra el principio de no discriminación. Esto significa eliminar cualquier forma de distinción, exclusión o restricción basada en la discapacidad que tenga el propósito o efecto de obstaculizar el reconocimiento de derechos.
- Igualdad de oportunidades: Cada individuo, independientemente de su discapacidad, debe tener las mismas oportunidades para contribuir y beneficiarse de los esfuerzos de la empresa. Esto implica eliminar barreras y crear un ambiente donde todos puedan prosperar.
- Autonomía personal y autodeterminación: Respetar el derecho de las personas con discapacidad a tomar decisiones sobre su propia vida, garantizando que tengan la libertad y el apoyo necesario para hacerlo.
- Participación plena: Este principio va más allá de la mera inclusión. Significa garantizar que las personas con discapacidad no solo estén presentes, sino que también estén activamente involucradas y desempeñen un papel significativo en todas las áreas de la vida empresarial.
- Accesibilidad y diseño universal: Las empresas deben garantizar que todos sus espacios, productos y servicios sean accesibles para todos, independientemente de sus habilidades. Esto no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que crea un ambiente más acogedor y eficiente para todos.
- Gestión de la discapacidad: Las empresas deben adoptar prácticas que faciliten la contratación, retención y promoción de personas con discapacidad, reconociendo y valorando la diversidad de talentos y habilidades que aportan al lugar de trabajo.
PASO 4: Identificación de necesidades empresariales
Cada empresa es única. Por eso cada empresa deberá identificar las áreas específicas que necesitan atención y planificar en consecuencia. Esto implica la definición y análisis de las necesidades específicas de la empresa en términos de instalaciones, servicios, selección y formación. Es una manera de asegurar el impacto más efectivo de las acciones que se emprendan.
PASO 5: Definición del alcance y nivel de accesibilidad
Se debe establecer el nivel de compromiso de la empresa con la accesibilidad e inclusión, incluyendo una estimación de costos y presupuesto para las acciones necesarias.
PASO 6: Diseño de un plan de acción
Una vez que ya se tiene una visión clara, se ha de crear un plan detallado con acciones, responsables, metas y plazos que guíe el camino hacia la inclusión. La planificación permitirá una implementación estructurada y eficiente.
PASO 7: Evaluación y retroalimentación del plan de acción
El último paso fundamental es recurrente: el progreso de la inclusión en la empresa debe revisarse y evaluarse continuamente.
La inclusión es un viaje, no un destino. Evaluar y hacer ajustes según sea necesario ayuda a garantizar que la estrategia siga siendo efectiva y relevante.
La tarea de integrar estas etapas y principios en el tejido mismo de una organización no es algo que deba tomarse a la ligera. Es esencial que esta incorporación no sea simplemente una acción superficial o un mero cumplimiento de una lista de verificación. En cambio, debe ser el resultado de una reflexión profunda y una decisión deliberada por parte de la dirección y todos los miembros de la organización.
Estos principios y etapas deben ser el núcleo de las políticas y normativas de la empresa, guiando cada decisión y acción que se tome. Pero más allá de eso, deben ser palpables en el día a día de la empresa, en la forma en que se llevan a cabo las operaciones, en las interacciones entre colegas y en la forma en que la empresa se presenta al mundo exterior.
La verdadera inclusión requiere un compromiso total y constante, y una voluntad de infundir estos principios en cada aspecto de la vida empresarial. Solo entonces una organización puede decir con confianza que está verdaderamente comprometida con la inclusión.
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