Adaptarse al cambio de hora: Claves para personas neurodivergentes
Este 7 de septiembre comienza el horario de verano en Chile. Conoce cómo este cambio puede afectar particularmente a las personas neurodivergentes y cómo poder sobrellevarlo.
El 7 de septiembre, Chile volverá a ajustar sus relojes debido al cambio de hora, una práctica habitual para aprovechar mejor las horas de luz natural. Sin embargo, lo que para muchos es solo un ajuste menor, puede tener un impacto significativo en las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno por Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) y otras neurodivergencias. En este artículo, exploraremos cómo el cambio de horario puede afectar a las personas con autismo y qué medidas se pueden tomar para mitigar sus efectos.
¿Por qué se cambia la hora este 7 de Septiembre en Chile?
Este 7 de septiembre, en Chile los relojes se adelantarán una hora como parte del horario de verano, lo que significa que amanecerá después, pero la luz solar durará más tiempo en la tarde.
El objetivo de este ajuste es sincronizar mejor nuestras actividades con la luz natural disponible, permitiendo que aprovechemos más horas de luz solar. Esto también ayuda a reducir el consumo de energía eléctrica, ya que se necesita menos iluminación artificial.
En Chile, este cambio se realiza cada año en primavera y otoño, aunque en algunas ocasiones se han hecho modificaciones dependiendo de las necesidades del país.
¿Por qué el cambio de hora afecta a las personas neurodivergentes?
El cambio de hora no es solo una cuestión de reconfigurar los relojes de la casa; es un ajuste que puede alterar los ritmos circadianos, que son los ciclos naturales de sueño y vigilia que regulan muchas de nuestras funciones biológicas. Para las personas autistas, con Trastorno de déficit atencional con hiperactividad (TDAH) y otras neurodivergencias; que en muchos casos dependen de rutinas estrictas y predecibles, cualquier cambio en estos ciclos puede resultar particularmente desafiante.
Impacto en la rutina diaria
Las personas neurodivergentes suelen encontrar confort en la consistencia. Un cambio en el horario puede desestabilizar sus rutinas diarias, desde la hora de despertarse hasta la hora de las comidas y el sueño. Esto no solo puede causar estrés y ansiedad, sino que también puede manifestarse en cambios de comportamiento, como mayor irritabilidad, dificultad para concentrarse y regresión en ciertas habilidades.
Alteración del sueño
El sueño es uno de los aspectos más afectados por el cambio de hora. Para las personas neurodivergentes, que ya pueden experimentar dificultades para dormir, este ajuste puede empeorar el problema. La dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos y el cansancio durante el día son síntomas comunes que pueden intensificarse.
Alteración sensorial
Muchas personas neurodivergentes, como las personas con autismo, tienen una sensibilidad sensorial elevada, lo que significa que pueden ser más susceptibles a cambios en el entorno, incluidos los cambios de luz y temperatura que suelen acompañar el cambio de horario. Estos factores pueden contribuir a un aumento de la incomodidad y la sobreestimulación sensorial.
Consejos prácticos para manejar el cambio de hora
Aunque el cambio de hora es inevitable, hay varias estrategias que pueden ayudar a las personas neurodivergentes a sobrellevar esta transición con mayor facilidad.
1. Anticiparse al Cambio
Una de las mejores maneras de reducir el impacto del cambio de hora es prepararse con anticipación. Durante la semana previa al cambio de horario, se puede ajustar gradualmente la rutina diaria en pequeños incrementos de 10 a 15 minutos. Esto puede incluir adelantar o retrasar la hora de acostarse, las comidas y otras actividades diarias.
2. Hacer que se entienda el porqué del cambio de hora
Es fundamental que la persona neurodivergente entienda por qué se realiza el cambio de hora. Explicar de manera clara y sencilla la razón detrás de este ajuste —como aprovechar mejor la luz del día— le da sentido al cambio, y lo transforma en algo que tiene una razón de ser, en lugar de sentirse como una imposición arbitraria o una molestia gratuita.
3. Mantener rutinas estables
A pesar del cambio de hora, es importante intentar mantener la consistencia en otras partes de la rutina diaria. Esto puede incluir seguir el mismo orden de actividades por la mañana o antes de dormir. La predictibilidad puede proporcionar un sentido de seguridad y control.
4. Mantener un entorno confortable
Reducir las distracciones y los estímulos sensoriales en el entorno puede ayudar a las personas neurodivergentes a adaptarse mejor al cambio de horario. Esto podría implicar ajustar la iluminación en la casa, usar cortinas oscuras para mantener la habitación tranquila durante la noche, y evitar el caos en las dinámicas matutinas como en el proceso antes de irse al trabajo o a estudiar.
5. Comunicación abierta y flexibilidad
Es importante hablar abiertamente. Reconocer y transparentar que la adaptación puede ser desafiante para todos puede ayudar a reducir la presión y crear un ambiente de comprensión mutua. La clave está en ser flexibles, aceptar el proceso y permitir que cada persona se ajuste a su ritmo.
6. Monitorear y ajustar
Después del cambio de hora, es esencial estar atento a cómo la persona neurodivergente está manejando la transición. Si se observan signos de estrés o dificultades, es útil ser flexible y ajustar la rutina según sea necesario. Consultar con un profesional, como un terapeuta ocupacional o un especialista en sueño, también puede ser beneficioso si los problemas persisten.
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