I. La discapacidad
Según el artículo 1 de la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad, las personas con discapacidad son aquellas que poseen algún tipo de deficiencia y que interactúan con diversas barreras que impiden su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás personas.
Es decir, la discapacidad es una realidad bio-psico-social en la que influyen tanto los déficits de las personas como los obstáculos de su contexto. En este sentido, la discapacidad se entiende como parte de la diversidad que es propia de lo humano.
Por eso, es necesario notar que, aunque tipificar la discapacidad es útil para el funcionamiento del Registro Nacional de la Discapacidad y los beneficios involucrados, la clasificación no debiese ser el foco de atención. Al contrario, es mucho más importante centrarse en los apoyos que requieren las personas con discapacidad intelectual para participar en igualdad de condiciones en la sociedad.
II. Tipos de discapacidad
Las deficiencias que poseen las personas con discapacidad pueden ser de distinta índole. Dependiendo de eso, se pueden identificar los siguientes tipos de discapacidad:
Discapacidad física
Se produce a partir de una deficiencia que provoca una disfunción en el aparato locomotor, es decir, en la ejecución del movimiento. Aquí se considera el déficit visceral, referido a las afecciones de las funciones de las estructuras de órganos internos del cuerpo (corazón, pulmones, páncreas, hígado, riñones, piel, etc.).
Discapacidad mental
Se suele conocer también como discapacidad psíquica o psicosocial. Es la discapacidad que se puede derivar de una enfermedad mental, la que tiene factores bioquímicos y genéticos. La discapacidad psicosocial puede ser temporal o permanente, pudiendo convertirse en una condición de vida cuando afecta la forma de pensar, los sentimientos, el humor, la habilidad de relacionarse con otros y el funcionamiento diario de una persona. Entre las enfermedades mentales que derivan en una discapacidad psicosocial se encuentran: la depresión mayor, el trastorno bipolar, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de ansiedad, el trastorno de pánico, el estrés post-traumático, la esquizofrenia y el trastorno esquizo-afectivo.
1. Discapacidad del neurodesarrollo
Este concepto se utiliza para todas aquellas discapacidades que se originan en el período del desarrollo, generalmente durante los primeros 18 años de vida de la persona. Es considerada como un tipo de discapacidad mental y se caracteriza por presentar limitaciones en áreas relevantes de la vida, tales como el lenguaje, la movilidad, el aprendizaje, el autocuidado y la vida independiente. En este grupo se encuentra, por ejemplo, el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
1.1 Discapacidad intelectual
El déficit que da origen a esta discapacidad se caracteriza por las “limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa, que se manifiestan en habilidades adaptativas conceptuales, sociales y prácticas”.
Esta discapacidad comienza antes de los 18 años y es considerada un tipo de discapacidad del neurodesarrollo.
Discapacidad sensorial
Como su nombre lo indica, se produce a raíz de un déficit de alguno de los sentidos. Los más representativos son la visión y la audición.