MODELO MÉDICO REHABILITADOR
Lee la primera parte de este artículo.
Este modelo busca causas médicas o científicas para explicar la discapacidad. Así, se cree que la discapacidad es una “enfermedad”, es decir, un estado de salud alterado que requiere de tratamiento y rehabilitación.
La consecuencia de esta perspectiva es que las personas con discapacidad sólo pueden aportar a la comunidad si están rehabilitadas o si se asimilan al resto de la población.
El modelo apareció como consecuencia del avance de la medicina y de las guerras mundiales del siglo 20. Tanto los más de 20 millones de heridos que dejó la 1era Guerra Mundial como los 150 millones de heridos de la 2da tenían que ser curados y reintegrados en la sociedad, lo que impulsó la integración de las personas con discapacidad en general.
Como la medicina se encarga de analizar y explicar las realidades de las personas con discapacidad, surgen médicos especialistas que apoyan los procesos de recuperación y rehabilitación, como los traumatólogos, los kinesiólogos, los terapeutas ocupacionales, entre otros.
MODELO SOCIAL
Los movimientos sociales de los años 60 y 70, principalmente en Estados Unidos y Europa, denunciaron la marginación que sufrían los grupos desfavorecidos y solicitaron, entre otras cosas, el reconocimiento de sus derechos civiles. Así aparece el modelo social como parte de estas demandas colectivas que también querían mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad.
Este modelo rechaza los paradigmas previos y sostiene que las causas que originan la discapacidad no son religiosas ni científicas, sino sociales. En este sentido, una persona con discapacidad puede contribuir a la sociedad si se le dan las condiciones para hacerlo, por ejemplo, a través de medidas de accesibilidad.
Esta visión y el trabajo realizado por los movimientos sociales fue fundamental para acordar el texto de la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad, aprobado en la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 2006, y ratificado por Chile el 2008, el que se ha convertido en un instrumento central de derecho internacional.
MODELO DE LA DIVERSIDAD
En el año 2006, Agustina Palacios y Javier Romañach crearon el modelo de la diversidad que tomó como base al social. La idea era poner como eje central la dignidad humana y dejar atrás la dicotomía entre “capacidad” y “discapacidad”.
La idea de diversidad acepta como una realidad fundamental que el ser humano es un ser diverso en todo ámbito, y que la discapacidad es una más de esas diversidades. Con esto, se elimina la confusión entre “enfermedad” y “condición”, y se ajusta la vida de todas las personas a un enfoque de derechos.
Esta visión permite construir una sociedad en la que la diversidad es vista como un valor y no como un defecto de las personas.
DE EXCLUSIÓN A INCLUSIÓN
Lo que el recorrido por la historia nos muestra es que las personas con discapacidad han pasado de ser excluidas a ser incluidas.
Durante siglos, la discapacidad fue considerada una anomalía, una rareza o una enfermedad, por lo que la sociedad excluía a los “anormales”. Pero desde el siglo 20 en adelante, gracias a factores como el progreso médico, social, cultural y tecnológico, las personas con discapacidad han empezado a ser incluidas y tratadas desde un enfoque de derechos.
La diversidad juega un papel importante en el contexto actual, ya que asume que todas las personas, sin importar su condición de género, raza, nacionalidad, lengua, discapacidad, etc., enriquecen la experiencia de vivir en comunidad.