Hoy sabemos que la discapacidad no es una enfermedad o una cualidad intrínseca de las personas, sino una condición que depende en gran medida de las barreras del contexto. Pero no siempre fue así. La percepción que la sociedad ha tenido de las personas con discapacidad ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia.
Especialmente a partir del siglo 20 se produjo una evolución rápida de distintas perspectivas a causa de la lucha de movimientos sociales y a los numerosos avances tecnológicos. Todo esto influenció el desarrollo de otras formas de entender la sociedad en su conjunto, generando relatos afines con los nuevos paradigmas, los contextos de derecho, avances en la medicina y la psicología, etc. Te invitamos a repasar brevemente en qué consisten estos cambios según la clasificación de los Modelos Comprensivos de la Discapacidad.
Modelo de prescindencia
Según el modelo de prescindencia, la discapacidad tiene su origen en causas espirituales o religiosas.
En la antigüedad clásica, las personas con discapacidad eran excluidas de la sociedad porque se concebían como una carga incapaz de aportar a la comunidad. Esta idea se basaba en dos submodelos: el eugenésico y el de marginación.
Submodelo eugenésico
La eugenesia se refiere al “estudio y aplicación de las leyes biológicas de la herencia orientadas al perfeccionamiento de la especie humana”. En este sentido, el submodelo eugenésico se refiere a la práctica en la que las personas que no cumplían con los estándares esperados por la población a la que pertenecían eran eliminadas.
Esta costumbre es característica de las sociedades como la griega antigua y la romana. Esparta, en particular, se caracterizaba por usar la eugenesia como parte de su programa educativo de estrategia militar. Los niños y niñas en Esparta eran declarados anormales cuando nacían con diversas patologías, deformidades o discapacidades físico-intelectuales, y eran abandonados o lanzados al río.
Tiempo después, en la Edad Media, el cristianismo permitió que esta práctica dejara de aplicarse como política de Estado. Pero entre los siglos 19 y 20 surgió la eugenesia moderna, que usaba un fundamento científico para implementar políticas dirigidas al “mejoramiento” de ciertos grupos de la población.
Sin duda, uno de los proyectos más célebres de esta forma de eugenesia fue el de la Alemania nazi, que, con el programa Aktion T4, eliminó a más de 200.000 personas con discapacidad que eran consideradas “vidas sin valor”.
Submodelo de la marginación
Este submodelo se basa en la exclusión. La sociedad margina a las personas con discapacidad ya sea por compasión, miedo o rechazo. A través de esta marginación se naturaliza la idea de que las personas con discapacidad deben estar apartadas del resto de la sociedad porque son “diferentes”.
Por esto, cuando las ciudades crecieron abruptamente con la migración campo-ciudad a mediados del siglo 18, las zonas marginales que utilizaba la población rechazada fueron readaptadas para recibir a los nuevos trabajadores y sus familias.
En este escenario, las personas con discapacidad fueron enviadas a hospitales, asilos y centros psiquiátricos, donde convivían con otros rechazados como “enfermos mentales”, indigentes, delincuentes y criminales. Esto consolidó la exclusión de la población con discapacidad y su tratamiento institucionalizado, dando origen a las escuelas especiales de la actualidad.